domingo, 18 de octubre de 2015

     La concepción del desarrollo sustentable implica cambios profundos y compromisos políticos del más alto nivel del gobierno, ciudadanos, instituciones, empresas, sociedad civil, comunidades e individuos con el fin de lograr condiciones para satisfacer las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer el bienestar de las futuras generaciones. Es por ello que en un mundo donde está aumentando una serie de impactos ambientales de orden planetario, es imposible concebir un nuevo paradigma del desarrollo sin acuerdos y compromisos entre países (Gabaldón, 2006:79).
     Asimismo, Castellanos (2006:17) acota que el desarrollo sustentable es un estilo de desarrollo que intenta armonizar el crecimiento económico, el mejoramiento social y la conservación ambiental, manteniendo la equidad entre grupos sociales, territorios y entre generaciones presentes y futuras. En este sentido se resalta el concepto de armonización del desarrollo, el cual es de gran utilidad cuando se trata de temas complejos donde intervienen tantos objetivos y actores.
     En el contexto nacional, una definición de desarrollo sustentable, es la que presenta el Ministerio del Ambiente en la Ley Orgánica del Ambiente (2006), la cual es del tenor siguiente:  Es el proceso de cambio continuo y equitativo para lograr el máximo bienestar social, mediante el cual se procura el desarrollo integral, con fundamento en medidas apropiadas para la conservación de los recursos naturales y el equilibrio ecológico, satisfaciendo las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las generaciones futuras.
     Otra de las definiciones es la propuesta por Gabaldón (2006:59,60) haciendo referencia a Sfeir-Younis indica que el desarrollo sustentable es como una forma de vida, como un debate sobre las transformaciones humanas basado en un progreso a largo plazo, en lo económico, social, cultural, política y ética y debe cumplir con el requisito de conservar y mejorar el capital natural. Para Gabaldón el desarrollo sustentable no se limita solamente a la integración de lo económico, social con lo ambiental, sino que introducen tres nuevos aspectos muy importantes en el desarrollo, como son la cultura, la política y la ética.
     Entre los principales desafíos del desarrollo sustentable se destacan la erradicación de la pobreza, la lucha contra el cambio el climático, minimizar los impactos de las actividades humanas, promover una producción y consumo sustentable, gestionar sustentablemente el ambiente y los recursos naturales y luchar contra la exclusión social, es decir logar la sustentabilidad de las generaciones presentes y futuras.
     Para lograr estos complejos objetivos es necesario el interés político e institucional del más alto nivel, cumplir con importantes requerimientos tecnológicos, cambios de actitudes para que exista la armonización entre el crecimiento económico, la equidad social y la salud ambiental, es fundamental igualmente la participación social y empresarial.
     Se parte del hecho que el desarrollo sustentable tiene como objetivo central lograr cambios progresivos en la mejora de la calidad de vida del ser humano a través de un crecimiento económico con equidad social y la transformación de los métodos de producción y consumo, sustentados en un verdadero equilibrio ecológico. En otras palabras el desarrollo sustentable son procesos progresivos que busca la ascensión desde la cultura del desarrollo que es insustentable, hacia una cultura requerida para el desarrollo sustentable.